Capital Riesgo: ¿Qué es y cómo invertir? | Mecides
Qué es el capital riesgo y cómo invertir en él
El capital riesgo es una opción de inversión que permite participar en empresas no cotizadas con gran potencial de crecimiento. Aunque puede generar altas rentabilidades, implica un nivel de riesgo considerable, especialmente por su iliquidez y horizontes de inversión a largo plazo. A continuación, te explicamos en qué consiste este tipo de inversión y cómo acceder a él.
¿Qué significa invertir en capital riesgo?
Invertir en capital riesgo —también conocido como private equity o venture capital, según la fase de la empresa— implica financiar compañías no cotizadas que presentan alto potencial de crecimiento pero también elevados niveles de incertidumbre.
En España, este tipo de inversión se realiza generalmente a través de fondos especializados que adquieren participaciones temporales en empresas en fases iniciales o de expansión. A cambio, los gestores del fondo suelen involucrarse activamente en la gestión estratégica de la empresa con el objetivo de maximizar su valor.
¿Cómo puedes invertir en capital riesgo?
Existen distintas formas de acceder a este tipo de inversión:
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Fondos de capital riesgo: La vía más habitual. Permiten diversificar el riesgo invirtiendo en múltiples empresas no cotizadas.
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Inversión directa o business angels: Inversores individuales que financian startups. Esta modalidad requiere mayor conocimiento del mercado y disposición a asumir riesgos elevados.
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Acceso para minoristas: Gracias a la Ley Crea y Crece (2022), los inversores particulares pueden participar en fondos de capital riesgo desde importes mínimos de 10.000 €, con un límite del 10 % de su patrimonio financiero.
Hoy en día, entidades como Crescenta, Bankinter, MyInvestor, GVC Gaesco o Mutuactivos ofrecen alternativas específicas para pequeños inversores interesados en este sector.
Ventajas y desventajas del capital riesgo
Accesibilidad al pequeño inversor
Una de las principales novedades en el mercado español es la creciente democratización del capital riesgo. Fondos antes reservados a grandes patrimonios ahora están disponibles para inversores minoristas, con importes mínimos más accesibles.
No obstante, es importante tener en cuenta las limitaciones legales, como el porcentaje máximo permitido respecto al patrimonio total del inversor, y la necesidad de comprender los riesgos involucrados.
Inversión a largo plazo: alto potencial, pero con liquidez
La inversión en capital riesgo suele tener un horizonte temporal de entre 5 y 10 años. Durante este periodo, el capital permanece inmovilizado, lo que implica un nivel de iliquidez significativo.
Las vías habituales de salida son la venta de la empresa a un tercero, la salida a bolsa (OPI) o la recompra de las participaciones por parte de los fundadores o de la propia compañía.
Rentabilidad y riesgos asociados
El capital riesgo ofrece un elevado potencial de rentabilidad. Por ejemplo, según datos de SpainCap y EY, la rentabilidad anualizada media de los fondos de capital riesgo en España fue del 11,3 % a cierre de 2022, frente al 2,8 % del Ibex 35 o el 6,5 % del EuroStoxx.
Sin embargo, también conlleva riesgos significativos, como el fracaso de algunas de las empresas invertidas, lo que puede suponer pérdidas totales. Además, las comisiones de gestión y éxito pueden reducir de forma importante la rentabilidad neta del inversor.
Tipos de fondos de capital riesgo
Existen distintos tipos de fondos según la fase del ciclo de vida empresarial:
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Seed capital: Inversión en fases muy tempranas, cuando la empresa aún está en desarrollo o validación de su modelo de negocio.
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Venture capital: Financia startups con alto potencial de crecimiento, especialmente en sectores como tecnología, biotecnología o fintech.
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Growth capital: Se destina a empresas en expansión o reestructuración, con estructuras menos arriesgadas.
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Buy-outs (LBO, MBO, MBI): Operaciones de adquisición total o parcial de empresas consolidadas, a menudo utilizando apalancamiento financiero.
Conclusión
Invertir en capital riesgo puede ser una opción atractiva para aquellos con un perfil inversor dispuesto a asumir riesgos a cambio de rentabilidades elevadas. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta los plazos largos, la iliquidez y la complejidad de estos productos. La clave está en elegir fondos adecuados y contar con un asesor financiero que guíe el proceso.
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